La transformación requiere una intención verdadera.
Es muy normal sentirnos apegados al uso de un espacio con el acomodo actual o incluso a cómo eran los espacios de nuestra infancia. En lo cotidiano puede ser que no nos demos cuenta que hay una mejor manera de orientar nuestros muebles o incluso de almacenar nuestros objetos. En ocasiones, no nos detenemos a analizar cuáles son los objetos que realmente necesitamos y cuáles podrían estar guardados y evitar contaminación visual.
El primer paso que un buen diseñador hará contigo, es descubrir cómo utilizas tu espacio y estudiar las mejoras en el aprovechamiento de cómo vives tu hogar. Es aquí donde nace el concepto: hacer estos cambios en tu vida requieren valor.
Mover o cambiar las cosas en tu hogar e incluir nuevos elementos puede ser retador para algunas personas. Esto implica considerar deshacerte de objetos que no necesitas y que no aportan un valor agregado en tu vida, ni funcional ni estético.
Normalmente suele pasar que cuando el diseñador te propone algunos elementos como: un tapete, una lámpara u objetos decorativos, inmediatamente piensas "eso no lo necesito", "siempre he vivido sin estos elementos y vivo perfectamente".
Permítenos demostrarte que una vez tengas tu espacio personalizado, con cada uno de los elementos elegidos para ti, entenderás la verdadera sensación de conectar con tu espacio. Un hogar completo, acogedor y hecho especialmente para ti.
Te garantizamos que el resultado lo disfrutarás y amarás. Te retamos a despertar en una habitación que te haga sonreír cada mañana, a tener una sala de la que te sientas orgulloso presumir con invitados y que compartan tu experiencia de sentirse en un espacio único que refleje tu personalidad y buen gusto.
¡Atrévete a tomar la decisión y a adueñarte de tu propio espacio! Homística te acompaña y te guía a estar en el hogar que mereces.